El día de la Madre. Un día especial para todos, porque todos tenemos una, la mejor de todas, a la que felicitar en este día marcado en el calendario. Un día para celebrar, pero que personalmente siempre me deja un sabor agridulce.
Esta mañana, como todos los domingos he dado una vuelta por el mercado de las flores. Todos los domingos hay un ambiente especial. Haga frío o llueva, cientos de personas abarrotan la plaza para comprar plantas, semillas o flores. Hoy el trajín era mayor de lo normal. La cantidad de ramos se ha multiplicado por 4 o 5 y un sinfín de personas compraban en cada uno de los puestos el ramo más bonito para sus ojos. Todos, salvo algún despistado, sabíamos la razón. El primer domingo de mayo se celebra el día de la madre.
Mirando los ramos, las manos que los sujetan, y los rostros orgullosos venía a mi mente el momento en el que se lo darían a su madre. Una sonrisa, un abrazo, una lagrima que expresan un sentimiento que no se puede decir con palabras. Pero no podía dejar de pensar que la mujer que esta comprando las rosas, o la que esta preparando un ramo de claveles o unas cuantas mujeres en esa muchedumbre, tienen unos sentimientos encontrados. Por un lado la felicidad de celebrar este día con su madre, y por otro lado la frustración de no poder disfrutar de su maternidad. Algunas llevarán mucho tiempo buscando un embarazo, incluso habrán fracasado en algún tratamiento de reproducción asistida, y puede que nadie lo sepa a su alrededor. Debe ser deformación profesional, pero no puedo evitarlo.
Con estos pensamientos dando vueltas en mi cabeza, mi rutina dominical ha seguido a la vera de la ría, donde me esperaba una sorpresa. Una pareja, unos pacientes que tras varios intentos aún no han conseguido su ansiado embarazo. Tras 5 minutos de charla nos hemos despedido y una frase retumba en mi cabeza; ‘Vamos a descansar un tiempo pero volveremos a la carga. Somos testarudos y lo conseguiremos’. Estoy seguro de que lo harán y el año que viene celebrarán este día de una manera muy especial.
El año que viene volveré al mercado, y muchas de las que hoy tenían esos sentimientos encontrados serán felices por partida doble. Serán otras las que tengan sentimientos encontrados. Como los que he tenido yo hoy.
Jon Ander Agirregoikoa. Ginecólogo y Codirector